"Los ingleses dicen que ellos inventaron el fútbol, pero en la América precolombina se practicaban mchos juegos de pelota similares. Es bueno evocarlos ahora, que empezó la cuenta regresiva para el nuevo mundial" (en referencia USA 1994).
Vamos a la cancha y está todo dicho. Cientos de miles de argentinos fieles al futbol no saben que "cancha" es una milenaria palabra quechua que significa eso: un espacio abierto, aplanado exprofeso para la realización de distintas ceremonias. Como la de jugar a la pelota. Cristobal Colón, en su célebre "Relación" enviada a los Reytes Católicos, fue el primer europeo en testimoniar antecedentes futboleros en América. Luego, los españoles que conquistaron méjico descubrieron que los aztecas practicaban un deporte parecido para el cual se valían de una esfera de "cahuchu" (caucho), sustancia que le permitía rebotar por todos lados, con mucha más ligereza que las usadas en Europa en el siglo XVI. Los juegos de pelota en Copán (Honduras) y Uxmal (Yucatán) aparecen no solo en crónicas españolas, sino en infinidad de jerogrlíficos indígenas. Eran actividades lúdicas comparables con las que se celebraban en Olimpia y en otras ciudades griegas. Algunos investigadores como Celso Enríquez, opinan que debieron constituir un acontecimiento fundamental en la vida cotidiana vinculado con la adoración de los dioses. El deporte determinaba el trazado de las metrópolis, ya que la arquitectura también tenía un significado sagrado. En Tajin, actual estado de Veracruz, se desenterró una ciudad que había permanecido sepultada durante casi 1000 años. Allí se descubrieron media docena de canchas. La mayor, de 60 metros de largo por 23 de ancho, estaba rodeada por magníficas construcciónes. Tajín fue la capital de la civilización totoneca (siglos VII a IX de nuestra era). Los grandes frescos que ornamentan sus muros revelan que el Sol era considerado como el amo del juego de la pelota, juego que aparece en tantos relieves y que deslumbró a Cristóbal Colón cuando observó a los indios de Cuba gambetear alrededor de una saltarina esfera de caucho.
Estos hallazgos coinciden con el testimonio de algunos cronistas españoles del slgio XVI. Dice al respecto un religioso, el padre Durán: "Edificaban juegos de pelota muybien cercados, de galanas cercas y bien labradas, todo el suelo dentro muy liso y encalado con muchas pinturas de ídolos y demonocios a quienes aquel juego era dedicado y a quienes los jugadores tenían por abogados en aquel ejercicio".
Los mayas practicaban el "pookyah" (juego de los dioses del cielo y del infierno) con una pelota de caucho de doce pulgadas de diámetro. Había que pegarle con la cabeza, los hombros o las caderas y hacerla pasar por un agujero de basketball, del que había uno por equipo.
Otro cronista, el padre Molina y Oviedo, se quedó maravillado por la habilidad que algunos jugadores demostraban: "En una hora acontecía no parar la pelota de un cabo a otro, sólo con las asentaderas, sin que pudiese llegar a ella con brazo ni pie ni con pantorilla ni brazo estando así tan sobreaviso los de una parte como los de la otra para no dejarle pasar".
Otro deporte favorito entre los mayas era el "gomáhcari". Consistía en patear una pelota con el pie descalzo y seguir empujándola sin tocarla con las manos. Participaban del "gomáhcari" cuatro grupos distintos, compuestos desde dos hasta ocho jugadores cada uno, que alternaban el saque o lanzamiento de la pelota. El recorrido de ida y vuelta, muy parecido al del fútbol, tenía por finalidad pasar el balón a través de una raya o fila de piedras. Intervenían tanto hombres como mujeres. En Puerto Rico también había una variante, llamada "Batú", mientras que en Cuba la denominaron "Batos".
Los mapuchos aseguran que el hockey es un invento de ellos
Los araucanos jugaban al "'palicán" o "palitún", un notable antecesor del hockey sobre césped que hoy reivindican como propio, y vuelven a practicar las comunidades mapuches de Argentina y Chile.
El palicán se jugaba en una cancha de 30 metros por 300 de largo. La pelota, construida de madera dura, se situaba en el centro de terreno. Participaban en total 30 jugadores descalzos con el rostro protegido por una careta (collón), ya que los pelotazos eran muy fuertes. La bola se empujaba con un palo, casi idéntico al "stick" usado en el hockey. Ganaba el equipo que sumana cuatro puntos más que el adversario: cada tanto se anotaba cuando la pelota pasaba entre unos postes ubicados en los extremos del campo. "Nos lo piratearon los ingleses, pero fue inventado por nuestros antepasados", aseguró un "lonko" (jefe y sabio) mapuche oriundo de Temuco, Chile.
* Los aztecas tenían...
El cronista español Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdéz, fue el primero en describir el proceso de fabricación de las peltoas aztecas a partir del caucho: "son de unas rayces de árboles é de hierbas é mezcla de cosas, que toda junta esta mixtura paresce algo cerapez negra. Juntas estas y otras materias, ecunécenlo todo e hacen una pasta; é redondéanla é hacen la pelota tamaña como una de las de viento en España. Estas pelotas saltan mucho más que las de viento de sólo soltalla de la mano en tiuerra, suben mucho más para arriba, édan un salto é otro y muchos. Más como son macizas, son algo pessadas; é si le diessen con la mano abierta ó con el puño cerrado, en pocos golpes abrirían la mano ó la desconcertarían. Y á esta causa le dan con el hombro y con el cobdo y con la cabeca, y con la cadera lo más continuo, ó con la rodilla; y con tanta presteza y soltura, que es mucho de ver su agilidad, proque aunque vaya la pelota quassi á la par del sulo, se arrojan desde tres o cuatro pasos apartados, tendidos en el ayre, y le dan con la cadera. Y de cualquier boté ó manera que la pelota vaya en el ayre (é no rastreando), es bien tocada...".