¿Qué tendran que ver, el ya lamentablemente fallecido en 2002, Dee Dee Ramone, co-fundador y bajista del grupo de punk Ramones con el equipo del sur del Gran Buenos Aires? Un perro, una mujer y una estadía de unos años.
Dee Dee, que tuvo una vida llena de conflictos personales, sufría un Trastorno Bipolar y era adicto a la heroína. Falleció el 5 de junio de 2002 a causa de una sobredosis de esta sustancia, fue hallado por su esposa Barbara Zampini (ver nota abajo) en su casa de Los Angeles donde vivian junto a su perro Banfield.
Todavia, a ciencia cierta no sabemos si Dee Dee (Hacia el final de su vida decidió mudarse a Banfield, en Buenos Aires, Argentina, donde vivió un tiempo con su novia de ese país y donde era conocido como "el Titi") era hincha de Banfield o si, por el contrario, era del "grana" y pensó que eran todos perros (?) los de Peña y Arenales, y así su mascota se llamó Banfield.
Al perrito, lo podemos ver en "Chelsea Horror Hotel", una novela de 2001 sobre Dee Dee Ramone. La trama sugiere que Dee Dee mientras se mueve en el Hotel Chelsea en Nueva York con su esposa Barbara y el perro Banfield, se convence de que en la sala que se halla es en la que su viejo amigo Sid Vicious mató a su novia, Nancy Spungen. Dee Dee es más visitado por otros punks muertos, entre ellos Johnny Thunders y Stiv Bators. A lo largo del libro de Dee Dee intenta comprar drogas, y, finalmente, se mezcla con otros adictos. Todo muy "(?)(?)(?)".

Pero, yendo a cosas más obvias, el suplemento SI de Clarín, le hizo una nota a Barbara Zampini (Ramone) la cual pasó sin escalas de Lomas de Zamora a USA:

A los 15 años se fue a vivir con su novio, la leyenda punk Dee Dee Ramone. Giró por el mundo y grabó tres discos hasta que el año pasado enviudó. Hacía cinco años que no pisaba Buenos Aires, volvió y habló de su vida con el Si!
"Antes no era nadie y tampoco soy nadie ahora". Bárbara Zampini está de vuelta en Buenos Aires, después de cinco años. Se fue por primera vez en noviembre del 94, cuando tenía 15. El 5 de junio del año pasado, su nombre circuló en un cable informativo que dio la vuelta al mundo: Dee Dee Ramone había sido hallado sin vida por su mujer argentina en una casa en Los Angeles, donde vivían junto a su perro Banfield. "¡Banfield era re-lindo!" recuerda con voz legañosa un soleado mediodía en la casa de su abuela, al Sur del conurbano. "Pero como vivíamos de gira se lo dejabamos a una señora que siempre lo cuidaba". Dice que antes de conocer al fundador de los Ramones, su vida era igual a la de cualquier pibe de barrio ("ir a un recital, ponerte en pedo, volver a las 8 de la mañana, llevarse materias"). De hecho, más allá de sus delicadas facciones y sus ojos claros, ella luce como un "pibe": habla atolondradamente, con voz machona y remata cada frase con un porteñísimo "boludo". "Cuando me fui con él, paramos primero en Holanda. Un país donde se hablan varios idiomas a la vez...¡y yo no conocía ninguno!"

—¿Qué pasaba por tu cabeza, yéndote tan chica a girar por el mundo con tu ídolo?
—Yo estaba en las nubes. Cuando lo conocí me dije: "Uh boludo, este es Dios". Y que le quede claro a todo el mundo que era Dios, además de ser el amor de mi vida. Pero él me hizo dar cuenta que era una persona como todas, sólo que se expresaba a través de la música. A veces me decía: "No puedo creer que a la gente todavía le gusten los Ramones". Y yo le contestaba: "No lo podés creer porque sos vos".

—¿Qué cosas aprendiste de él?
—De todo. El fue mi secundaria, mi universidad... Aprendí a ser más abierta. El, que era el rey de los punks, me hacía escuchar a los Stones, a Jimi Hendrix. El sábado fui a ver a los Attaque, que estuvo bárbaro y había un montón de pendejitos gritando "el que no salta es un stone". ¡Cualquiera!

—¿Cómo veías, desde tu cercanía, todo las historias acerca de que los Ramones estaban peleados?
—...Y, muy cercanos no estaban. Pero se querían. Había posibilidades de que se reunieran pero se murió Joey y todo se fue a la mierda.

—El domingo tocás con una banda que se llama Fuck You (ver agenda). ¿Hace mucho que no tocabas?
—Y, desde la muerte de Dee Dee... casi dos años. Bah, lo acompañé a CJ Ramone a una gira por Japón, pero canté dos temas y chau. Algún tema de Ramones vamos a hacer, si no, me cagan a botellazos. Quiero estar bien... Todavía me dura el bajón pero no puedo ser una viuda de por vida a los 24 años.

—¿Cómo viste las cosas a tu regreso?
— Me la habían pintado de terror, pero parece que la gente se esfuerza por pasarla bien. ¡Allá son todos unos amargos! Aparte me encontré con mis hermanitos, que eran re-chiquitos, crecidos, irreconocibles.

—¿Ellos también escuchan Ramones?
—¿Quién no escucha Ramones?