Antonio "payo" Matesevach

Sanjuanino de nacimiento y ciclista también. La historia del "payo" Matesevach es extensa y con ribetes épicos. Primero, su apodo, el de "payo": así se los apoda a los rubios en ciertas regiones del interior del país y sus orígenes (descendiente de inmigrantes eslavos).
Según el, se definía como un ciclista que podía perder muchas etapas y tiempo, pero que después daba todo de sí mismo para poder recuperarse y pasar al frente

Entre los 15 y 17 años corrio en la categoría "libres". Despues se federa.
En 1966 sale subcampeón argentino (repite en 1967) y empieza a representar a Argentina en todo el mundo. Participó en 1967, en Canadá de los Panamericanos en ciclismo en ruta 4 x 100.
Sufre un terrible accidente en un entrenamiento también en Canadá. Calor, anochece bastante temprano, se hacía tarde y es cuando un coche guía no llegaba al lugar, más cuando se necesitaban instrucciones para correr al día siguiente. Aunque el país del norte, segun el "payo" tenía un tránsito muy ordenado y respetuoso, al salir, cuando toman una autopista, cerrando la escalera de la cuarteta un vehículo lo impacta a casi 110 Km/h (según el peritaje) teniendo en cuenta que la velocidad de cruce es de 60 Km/h. Lo salva el golpe contra el capot del vehículo, todo una imprudencia de tránsito de no haber respetado el cartel de "STOP" y cruzar sin mirar. El coche que lo atropella era tripulado por una actor de cine y era alquilado, el cual venía en un estado de ebriedad muy alto. Según Matrasevach, estaba cubierto por tres seguros y nunca los cobró (el del país organizador, el pais de nacimiento y la organización). Estando en el Hospital Fernández internado cerca de un año, y ya en el país, no para de reclamar por el dinero (el cual asevera que alguien lo embolsó) pero esto no termina ahí. En representación del gobierno militar de aquel momento, una mujer lo visita y lo obliga a que se abstenga de declarar cualquier cosa.

Un periodista de Crónica ("tito" Marín) estando el "payo" totalmente anestesiado, fue operado 7 veces en un año, y llegaban a durar cerca de 3 días. Estando abandonado el, le cuenta al periodista de Crónica que necesitaba un clavo para la rodilla. Posteriormente sale una nota en el diario, y se mediatiza la desesperante situación. Otra vez, recibe la visita de la mujer enviada por el gobierno, la cual recalca que Matesevach no puede realizar ningún tipo de declaración pública y que cuando le den el alta definitiva, le iban a dar el grado de invalidez y resarcir económicamente, pero antes rectificarse de lo dicho. La revista El Gráfico en su momento le dedicó tres páginas al tema donde el general Orsetti Campos de la confederación argentina de deportes, el mayor Lucchese (secretario), el Dr. Montero (delegación) en aquel momento, todo ellos, partícipes de la delagación panamericana, nunca se hicieron cargo del accidente ni tampoco lo visitaron.
Así, Matesevach fue acusado de tener ideas subversivas, de que a pesar del accidente "entendían que estaba muy mal" y de que le habían llenado la cabeza, además de ser tildado de "pobre hombre".
Un padecimiento muy duro y de muy joven.
Así transcurrieron 5 años entre rehabilitación y la vuelta otra vez al ciclismo, cinco valiosos años perdidos por una verdadera desgracia con suerte ("de los 21/22 a los 27" según el). Pensaba dejar de correr a los 27 años, porque se consideraba muy profesional.
Un total de 13 operaciones (2 en Canadá, donde le extraen la materia ósea rota, le injertan dos dedos) pero milagrosamente sin tener que recurrir a una prótesis, el accidente le rompe 11 centímetros de hueso. En Buenos Aires, es abandonado a su suerte sin saber la real magnitud del accidente y los daños ocasionados pero un médico sanjuanino (de apellido Ascensio) lo encuentra y lo envía directamente al quirófano teniendo casi un principio de gangrena. Según declara, "lo salva el estado físico que tenía, la juventud, alimentación". Un trance muy duro, sin dinero, lejos de su San Juan natal.
"Siempre trato de entrar muy poco en la parte negativa" "yo puse un poco, pero Dios me dio la oportunidad de volver a caminar, a pesar de tener una pierna más corta que la otra" "nunca puse un pretexto de porque tenia la pata mas corta, mas larga, yo me colgue el número, fui uno más".

"Cada vez que me ponía la camiseta argentina, yo rindo un 30 % más, yo la sentía intensamente".

Ganó dos veces la Doble Media Agua (67 y 77), una la Doble Difunta Correa (73) y tres la Doble Calingasta (67, 75 y 76). Corrió una temporada en Europa: en Italia, participó en el "Piccolo" Giro, en la Vuelta de Borgosessia y en la Vuelta de Firenze. Así pasó Antonio "el payo" Matesevach, un ejemplo de vida y a imitar, el cual nunca pero nunca bajó los brazos, a pesar de las enormes adversidades, tuvo su premio y fue de los ciclistas más exitosos que tuvo el país durante años en su modalidad.

Lamentamos su muerte ocurrida el 24 de julio de 2012. Sufrió un paro cardíaco en Capital Federal. marisquerias

Weissmüller, de nadador olimpico a rey de la selva




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Muchos lo tenian en cuenta únicamente por su desempeño televisivo. La realidad es que antes de ser un Tarzan fílmico, Peter Johann Weissmüller  fue un nadador olímpico austrohúngaro  nacido en  Timisoara (hoy por hoy, perteneciente a Rumania) en 1904.
Gran nadador, fue uno de los mejores a nivel mundial durante la década del 20, ganando cinco preseas de oro olímpicas y una de bronce. En su haber, además, logro  52 campeonatos nacionales estadounidenses y estableció un total de 67 records mundiales.
Cuentan que junto a sus padres emigro a los pocos meses de nacer a norteamerica, por lo que todas las medallas logradas corresponden representando a Estados Unidos.  Y no solo en la natación, sino también en el waterpolo, ya que era integrante del team yanqui.
Pero la historia, a él, le depararía otro recuerdo en el inconsciente de las masas: ser el mas popular de los hombres de la selva. Ya llegados a los años 30; en plena depresión mundial, Weissmüller firma un contrato con una marca de calzoncillos para hombres. Viaja de punta a punta por  EE.UU. haciendo espectáculos de natación, distribuyendo folletos de promoción de la marca de ropa, la mulea bastante y firma autógrafos a granel, con la esperanza de que la gente lo siga reconociendo.  Y si bien, ese mismo año empezó a aparecer en sus primeras filmaciones, la fama se haría mas notoria cuando cuando firma un contrato con la MGM y hace el papel de Tarzán en “Tarzán de los monos”  dirigida por Woody Strong Van Dyke. La película tiene tanto éxito que incluso Edgar Rice Burroughs, el escritor de las novelas de Tarzán, se maravilla con la elección del actor. Cabe recordar que anterior a Peter, otros cinco habían pasado por el papel de “reyes de la selva” sin pena ni gloria.

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En total, Weissmüller hizo doce películas de Tarzan, en las que junto mas de dos millones de dólares. Cuando finalmente deja el papel, firma un contrato con Columbia Pictures para interpretar a Jungle Jim. Weissmüller hizo trece películas de este personaje entre 1948 y 1954, la selva era como su casa a esta altura.  Después, tres películas más ambientadas en la jungla interpretándose a sí mismo (A el mismo o a otro personaje de la vida selvática?).
Tras dos derrames cerebrales entre 1976 y 1978, estableció su residencia definitiva en Acapulco (México) donde rodaron su última película de Tarzán. El 20 de enero de 1984 dijo adiós tras un edema pulmonar.

Carrozas de fuego (Chariots of fire)

Grabada a fuego, especialmente la banda de sonido compuesta por el genial griego Vangelis, recuerda mucho a que estamos en instancia de Olimpíadas.
Pero hablamos del largomentraje británico de 1981, con dirección de Hugh Hudson. Historia real de  atletas británicos en la previa de los Juegos Olímpicos de París 1924. Gran Bretaña, 1920. Dos jóvenes corredores de diferentes clases sociales Harold Abrahams (Ben Cross) y Eric Liddell (Ian Charleson) se entrenan pensando en una meta nomas: competir en los JJ.OO de París 1924. Eric es cristiano evangélico de la iglesia reformada de Escocia, sus padres son misioneros en China.
Nació justamente en el extremo oriente, pero volvió a Escocia a estudiar, y llego a ser un famoso rugbyer. Su fama como deportista excepcional más su simpática personalidad y su desenvolvimiento como un predicador del evangelio en contacto con la gente hacen de Eric un personaje de excepcional talla: famoso pero humilde, conocido por todos pero también accesible a todos, querido por niños y grandes. Cuando finaliza la película se informa que Eric murió después de la Segunda Guerra Mundial en la China ocupada y que toda Escocia lo lloró. Aparece como un cristiano humilde y satisfecho en Dios que, con clarividencia y fe, sabe que la voluntad de Dios para su vida es ser misionero en China, vida heroica, pero que además Dios se complace con que él corra y use sus dones como el veloz corredor que es, lo cual deberá hacer antes de dirigirse a su destino final en la China. Eric no solo es un rápido corredor, cuando corre puede verse alegría y empuje interior excepcionales que deja a todos los espectadores pasmados, entre ellos al mismo Harold Abraham. Abraham, es un personaje conmovedor, en gran contraste con Eric, en su condición de judío, percibe sufridamente que no tiene con el beneplácito de los ingleses (Inglaterra que él llama anglosajona y cristiana)no el que él espera. Harold posee una personalidad signada por un complejo de inferioridad social, agravado por ser sensible e inteligente. Encuentra una solución a ser apreciado en ser un famoso velocista. Cuando entra en el Caius College de la Universidad de Cambridge, bate el récord de velocidad tradicional de la Universidad. Más adelante, con un trío de compañeros de Cambridge, llegarán a formar parte del equipo olímpico, en el cual también se integrará Eric Lidell. El clímax de la participación en las olimpíadas muestra un Harold Abraham cumplido y satisfecho, que vuelve con una medalla de oro y el aprecio de toda Gran Bretaña, a encontrarse con su fiel novia que sería su esposa.
Y termina con un Erik Lidell que alcanza toda su talla como el asombroso y querido héroe que es. Otro personaje importante de la película es Aubrey Montague que es el héroe anónimo: es paciente y comprensivo amigo del conflictuado Harold Abrahams. Montague hace posible para Abrahams el apoyo formidable que sólo puede dar un verdadero amigo. La película entra indefectiblemente en el misterio y tensión cuando Liddell, en barco rumbo a París, se encuentra que los 100 metros -inscripto, campeón británico- se iban a correr un sábado. Él, por convicciones religiosas, no podría participar... Pero Liddell conocía ese programa, por eso había enfoco su preparación en 200 y 400 metros, en los que en realidad corrió. Ganó 4 premios Óscar: mejor película, mejor diseño de vestuario, mejor banda sonora y mejor guión original.
De 123 minutos de duración, fue dirigida por Hugh Hudson y protagonizada por Ben Cross, Ian Charleson, Nigel Havers, Cheryl Campbell, Alice Krige, Ian Holm, John Gielgud, Lindsay Anderson, Brad Davis, Dennis Christopher, Nigel Davenport, Peter Egan y Patrick Magee. Se estrenó en marzo de 1981. Se puede aseverar que popularizó el atletismo, quedando inmortalizada por Vangelis, además de recuperar las conquistas de los velocistas británicos, que tenían unos cuántos motivos para llegar a la novela histórica.

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