Un 16 de octubre de 1996, lo que parecía ser un partido común y corriente entre la selección de fútbol de Guatemala y el combinado de Costa Rica clasificatoria para el mundial de Francia 1998 se convirtió en una de las tragedias más grande que ocurrido en cual estadio deportivo hasta ahora. Para este partido, la federación guatemalteca puso a la venta 38000 entradas, el estadio está totalmente colmado pero se vendió boletería falsa esto hizo que alrededor de 46000 personas quisieran ingresar al estadio, esto produjo en exceso de aficionados de por lo menos 8000 personas, dada a la estructura semi-subterránea del estadio y en donde los aficionados entraban por la parte superior dada a esta congestión y la forma inclinada al entrar a la tribuna hizo que los aficionados que entraban muchos iban cayendo provocando así una avalancha humana que más tarde traería una verdadera calamidad. La selección "tica" había llegado tarde a este compromiso y según expresaron después del partido les habían dicho que el estadio estaba totalmente lleno pero ellos vieron que había muchísima gente aun afuera con boleta en mano y a punto de ingresar, estas fueron algunas palabras del defensor Luis Antonio Marín:
"Cuando salimos a calentar inició la tragedia y comencé a ver lo que estaba pasando. La gente pegaba en la malla, se empujaban y fue cuando abrieron los portones. Fue algo muy feo, que ojalá nunca vuelva a pasar”. La mayor causa de la muerte de estas personas fue provocada debido a los fuertes golpes y por asfixia, en lo que se escuchaban muchos gritos de aficionados sofocados pidiendo que los ayudaran y que abrieran las puertas, y de ahí otro grave error y es que las puertas abrían hacia adentro. Al principio a los jugadores ticos les informaron que habían muerto cerca de 2 aficionados por esta avalancha, algunos preguntaron que si el partido seguiría y a estos les respondieron que sí. Y a medida a como pasaba los minutos así aumentaba la cantidad de muertos, rápidamente el campo de juego fue utilizado improvisadamente como camillas en donde se atendía a todos los asistentes al juego perjudicados por este acontecimiento como se muestra en la siguiente imagen.El presidente en cargo en ese momento, el señor Alvaro Arzú comunica a todos las personas presentes en el estadio que había sido suspendido y por mas que obvias las razones del por que. 13 directores administrativos de la CDAG fueron señalados como presuntos responsables de las personas fallecidas y heridas que estaban en el estadio ese día, tiempo después cada uno pudo ser absuelto de esos cargos ya que la CDAG no es encargada de la seguridad en el estadio. Como saldo final se calculó que murieron 83 personas y aproximadamente 200 heridos.

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