Hay obras musicales clásicas, de las cuales a la hora de indagar sobre ellas sea por material impreso o a través de la red, la información no es lo suficientemente satisfactoria como para hallar... qué sé yo... el significado escencial del trabajo ni lo que expresan sus letras, o una simple reseña que lo describa artísticamente hablando. Han sido muchas las placas que me han impresionado sobremanera, y a veces pensando que el tiempo les ha dado el suficiente reconocimiento como obras clásicas extraordinarias. Cuando se habla de Ultravox, se entiende que no se trata de una banda sumamente importante, a veces algunos "académicos del rock" se refieren a los Ultravox como una de las tantas banditas maquilladas del movimiento "New Romantic" y que tuvieron algunos éxitos. Cuando estuve documentándome sobre la placa musical que traje esta vez a colación, sólo pude hallar comentarios de ésta como una parte importante de la carrera del la banda y como uno de los primeros referentes de la discografía general del subgénero. Si escuchamos álbums New Romantic de la época como por ejemplo el "Make it Big" de Wham! o el "Colour by Numbers" Culture Club, a sabiendas que están dentro del mismo paquete de la música Ultravox, es un poco complejo pensar que éste álbum que está entre lo obscuro y lo grisáceo, sea digno de considerarse como una obra "Pop", que es como en realidad se la considera. Yo en realidad no me imagino a una quinceañera ochentera idolatrando a los Ultravox como sus íconos sensuales, porque si escuchas "Vienna" (El álbum) notarás que el trabajo tiene más de experimental que pretencioso o minimalista. Ultravox, sigue en la conquista de un sonido diferente, más atípico entre el sintetismo estereotipado de la escena británica de ese entonces. El sonido de Ultravox en Vienna, tiene una base meramente rock, con Riffs de guitarra y potentes redobles de batería, que alternan ante unos sintetizadores que le dan un sabor de electrónica atmosférica, logrando así ámbito entre lo frío y lo oscuro. Lo más interesante del álbum son los pasajes instrumentales, que parecen llevarnos a esos pasajes de rock sinfónico de los álbums del las bandas de rock progresivo, o a la psicodelía eléctrónica de los Tangerine Dream, aunque tampoco quiero insinuar que "Vienna" es un álbum psicodélico, lo que quiero decir es que la evolución del sonido de esta banda que nació del punk, haya ido por una corriente que deja entrever su influencia por el Kraut Rock de Kraftwerk o el sonido de la electrónica alemana, sin desplazar en absoluto sus raíces rock, así que Vienna no es un álbum pop. Es una de las concepciones artísticas más geniales aparecidas en los años 80 a continuación "New Europeans".