Oscar Cabalén

Tenía 43 años cuando falleció, pero su figura se hizo grande en el automovilismo argentino. Oscar Cabalén, el "turco", nació en la localidad santafesina de Chabás y en base a mucho esfuerzo y dedicación logró un lugar de privilegio entre los amantes del automovilismo.

Nació en 1924, en Chabás y debutó en el Turismo Carretera. Corrió esporádicamente con Chevrolet hasta que en 1959 ganó por primera vez en la primera etapa de un Gran Premio, disputada entre Buenos Aires y San Juán. En 1961, esta vez con Ford, logró vencer en una carrera completa. Lo hizo en la Vuleta de Carlos Paz, en la sierra. Luego ganaría en Rojas y Carlos Casares, cerrando un gran año. Después de un tiempo sin triunfos en la categoría, en 1967 picó en punta venciendo en Arrecifes y Córdoba con un Ford Falcon y en La Pampa con un Mustang. Una jornada fría e infausta de agosto de 1967 (un día 25), se mató en San Nicolás junto a su copiloto "Pachacho" Arnaiz, probando el azulado prototipo Ford de fábrica.

Quienes lo conocieron, dentro y fuera del automovilismo, afirmaban que era un "turco" querible. Hijo de inmigrantes a los cuales se les bautiza "turcos" (cuando podrían ser armenios o de alguna otra etnia), sus orígenes fueron muy humildes. Inquieto desde joven, y ya radicado en Córdoba, comenzó a fanatizarse con la velocidad y un buen día fue a Buenos Aires a comprarse una HRD con los últimos pesos que le quedaban. Tras ello, se dedicó fervientemente a los autos. El Turismo Carretera con su magia y poder de atracción, lo tuvo entre sus adeptos por lo que no fue raro entonces que en una Vuelta de Córdoba en 1950, debutara.

Alternando entre la marca del corbatín y el óvalo azul en la primera época del TC, tuvo campañas muy irregulares. Su trabajo le insumía tiempo, pero siempre encontraba un resquicio para su pasión. Corrió en Europa, donde demostró su capacidad y exquisitez conductiva a bordo de los mejores autos de la época. Manejó los TC y autos de turismo, descollando en ambas categorías.

Fue el, quien trajo los Ford Mustang a Argentina, corriendo en ambas categorías con cierto éxito. En el TC, cuando llego la revolución no se quedó parado y con mecánica de Juán Carlos Garavaglia encaró la construcción de un Falcon para tierra y un Mustang para el asfalto. Ambos con motor de Ford F-100.

Con este método de organización y talento conductivo, logró ganarle varias veces al equipo oficial IKA al mejor estilo "David & Goliath". Esto, fue bien visto por Douglas Kitterman, presidente de Ford Motor Argentina, y cuando salió a las pistas el prototipo hecho por Competición S.A. se lo ofreció para su conducción. Una bofetada del destino se llevo a este particular personaje en un accidente cuando estaba conduciendo el auto. Aunque no fue un ganador nato, ni siquiera campeón, se fue una gran persona.

Trayectoria: el 1º de julio de 1950 debutó en el Turismo Carretera y en 1953 participó en la Carrera Panamericana, en México, logrando un tercer puesto en la categoría "Turismo Especial". En 1954, repite llegando esta vez séptimo en la misma categoría. Un año después, corre la Mille Miglia en Italia, logrando un interesante quinto puesto en la categoría "Alfa Romeo Giulietta Sprint Veloce". De paso, viaja con Juan Manuel Fangio por todo el mundo. Vuelve a su país en 1961 saliendo subcampeón del TC, detrás del gran Oscar Gálvez. En 1996 gana el "Gran Premio de Turismo" con un Ford Mustang y al siguiente año fue uno de los miembros del "Team Racing Ford Argentina". Pierde la vida de manera trágica probando un "Ford Sport Prototipo", un viernes previo al fin de semana en que se iba a correr el "Sexto Gran Premio de TC General Manuel Savio". En una de las salidas, el prototipo se salió del camino, a más de 205 Km/h, volcando e incendiándose.
Todo ello se produjo en el ex Autódromo "Circuito SOMISA de San Nicolás", en el norte de la Provincia de Buenos Aires, un 25 de agosto, muriendo también en el siniestro su mecánico y ocasional acompañante, Guillermo Arnaiz. El vehículo de carrocería en fibra de vidrio, muy inflamable, se incendió muy rápido con nafta de alto octanaje, atrapando en el "cockpit" a sus ocupantes.
Los restos de O. Cabalé yacen en el Cementerio San Jerónimo, en Córdoba. El autódromo de Alta Gracia, lleva su nombre en homenaje.

*Basado en el suplemento Comunas & Vecinos del Diario LaCapital.

9 Response to "Oscar Cabalén"

  1. Sílvia says:

    Hola Esteban!
    El deporte del motor suma muchos fallecidos. Hoy en día hay mejores medidas de seguridad.
    saludos
    sílvia

    Anónimo says:

    QEPD

    Tanq' says:

    Un grande, pese a que no ganó mucho.

    No conocia a Oscar Cabalén, una pena que falleciera tan joven.
    Buen Articulo.

    Saludos !

    Anónimo says:

    Increíble de la manera en que murió, que pesar

    NoTe says:

    Muy buen recuerdo, importante traer a la memoria estos hechos. Saludos

    Anónimo says:

    R.I.P.

    Anónimo says:

    Hincha de Chevrolet... después para ganar una carrera se paso a Ford... y por supuesto gano... jaja.
    Linda historia.

    Anónimo says:

    UN TIPO LABURADOR... Q CORRIA POR HOBBIE... UN LINDA HISTORIA... SALUDOS! ARIEL... VIVA JUJUY!!!

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