Gary Winston Lineker fue una de las estrellas del fútbol mundial, durante los años 80. Fue considerado uno de los mejores delanteros centro de su época, destacando por su capacidad goleadora, tanto con la cabeza como con ambos pies, lo que le convertía en una bestia del área. Nació en Leicester (Inglaterra) el 30 de Noviembre de 1960. Debutó en la Premier League inglesa a los 19 años en el club de su ciudad natal, donde en tan solo 2 años y a su joven edad, marcó 50 goles, lo que hizo que muchos clubes apostaran por su fútbol. Fichó por el Everton en 1985 (equipo de la ciudad de Liverpool) donde ganó la Liga y la Copa de Inglaterra, marcando 39 goles. Acudió con la selección inglesa al Mundial de Méjico (1986). El jugador inglés no lo podrá borrar de la cabeza, al igual que los seguidores de este increíble deporte. En cuartos de final se enfrentaba a Argentina, la cual contaba con Maradona, quien ayudado por la mano de Dios y por el gol de todos los tiempos dejó a los ingleses fuera del Mundial. Aún así Lineker fue el máximo goleador de la competición. En una entrevista, dijo que tras el segundo gol de Maradona le dieron ganas de aplaudir, única vez que lo habría hecho por un gol contrario. Posteriormente fichó por el Barcelona, donde también dejaría huella, pero con Johan Cruyff como entrenador no se entendió, y sus números bajaron bastante en el equipo blaugrana. En 1989 volvió a Inglaterra donde ofreció sus servicios como artillero al Tottenham Hotspur. Terminó su carrera como futbolista en Japón, guiado por el dinero. Ahora se dedica al periodismo deportivo y en la televisión inglesa apuesta por la Premier League.

Algunas curiosidades de Gary Lineker son:

- Siempre se le recordará por la famosa frase: "El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once, y siempre gana Alemania".
- Le hizo un hattrick al Madrid en una victoria por 3-2.
- Su segundo nombre es Winston porque nació el mismo día que Winston Churchill (30 de noviembre).
- Es el segundo máximo goleador de Inglaterra tras Bobby Charlton. Tuvo un penal en la Eurocopa del 92 para empatar con el mítico Charlton, pero lo falló.